Un nuevo episodio de inseguridad sacudió al conurbano bonaerense esta semana, cuando dos delincuentes armados irrumpieron en una carnicería ubicada en la esquina de Zapiola y Dante Hipólito, en el centro de Quilmes.
El asalto, captado en impactantes imágenes de las cámaras de seguridad, muestra momentos de extrema tensión: los ladrones amenazan a los empleados con armas de fuego y huyen con la recaudación en efectivo, dejando al propietario y su personal en estado de shock.
El video, al que accedió TN, revela la crudeza del hecho. Uno de los asaltantes, con el rostro cubierto por una gorra y una campera oscura, apunta directamente a un empleado mientras grita: “¡Si no te da la plata, tirale!”.
El propietario, con las manos en alto y visiblemente aterrorizado, les suplica que se tranquilicen y les ofrece todo el dinero disponible en la caja registradora. “Llevense todo, por favor, tranquilos”, se lo escucha decir, mientras los delincuentes vacían el cajón y escapan en cuestión de segundos a bordo de una motocicleta.
El robo ocurrió alrededor de las 19:30 horas del jueves, en pleno horario de atención al público. Afortunadamente, no hubo heridos, pero el trauma psicológico sobre los involucrados es evidente.
El dueño del comercio, de 52 años, radicó la denuncia en la Comisaría 5° de Quilmes, donde el caso fue caratulado como “robo calificado por el empleo de armas” y derivado a la UFI N°4 del Departamento Judicial de Quilmes.
Los investigadores ya analizan las grabaciones para identificar a los sospechosos, que podrían ser habituales en la zona, y revisan cámaras de la red de videovigilancia municipal.
Este incidente se suma a una ola de robos violentos en Quilmes, como el reciente asalto a una heladería donde una empleada fue golpeada brutalmente. Expertos en seguridad atribuyen el aumento de estos delitos a la falta de patrullajes efectivos en barrios comerciales. “Es un llamado de atención para reforzar la presencia policial en estos puntos vulnerables”, señaló un vecino consultado.
La carnicería, un negocio familiar de décadas, reabrió sus puertas esta mañana con el apoyo de la comunidad, pero el propietario confesó: “No sé cómo vamos a seguir, el miedo no se va tan fácil”. Mientras tanto, las autoridades prometen celeridad en la investigación para evitar que Quilmes siga siendo blanco de estos ataques impunes.
