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1-septiembre-2025 HOY

Los vínculos del kirchnerismo con el Cartel de los Soles

El trasfondo de los vínculos de dirigentes kirchneristas con la organización terrorista que comanda el dictador venezolano Nicolás Maduro
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Una nueva controversia sacude el panorama político argentino tras recientes acusaciones que intentan vincular al kirchnerismo, corriente política liderada por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, con el Cártel de los Soles, una organización criminal venezolana señalada como terrorista por Estados Unidos, Argentina, Paraguay y Ecuador. Aunque no existen pruebas concluyentes que sustenten esta relación, las declaraciones de funcionarios y sectores opositores han reavivado el debate sobre supuestos nexos entre el kirchnerismo y redes de narcotráfico transnacional.
 
El Cártel de los Soles, una red narcocriminal liderada, según informes de la DEA y el Departamento del Tesoro de EE.UU., por altos mandos militares venezolanos, incluido el presidente Nicolás Maduro, fue declarado organización terrorista por el gobierno argentino de Javier Milei el 26 de agosto de 2025. La medida, que incluye sanciones financieras y restricciones operativas, se fundamenta en las actividades ilícitas del cártel, como el tráfico de cocaína, el contrabando y la explotación ilegal de recursos naturales, además de su apoyo a grupos como el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa.
 
Las acusaciones contra el kirchnerismo surgieron a raíz de un informe del Ministerio de Seguridad argentino, liderado por Patricia Bullrich, que señala posibles operaciones financieras del Cártel de los Soles en Argentina. Según fuentes oficiales citadas por Infobae, se sospecha que funcionarios venezolanos vinculados al cártel podrían haber ingresado al país, y algunos de sus familiares residirían en Buenos Aires, enviando a sus hijos a escuelas porteñas. Aunque el informe no menciona directamente al kirchnerismo, sectores cercanos al gobierno de Milei han insinuado que durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015) existió una relación de cercanía con el régimen chavista, lo que habría facilitado la entrada de operadores del cártel al país.
 
La controversia se intensifica con la postura del presidente colombiano Gustavo Petro, quien ha negado la existencia del Cártel de los Soles, calificándolo como una “excusa ficticia” de la derecha para desestabilizar gobiernos progresistas. Esta declaración ha generado tensiones en la región, especialmente con Argentina, donde el gobierno de Milei insiste en la amenaza que representa el cártel para la seguridad hemisférica.
 
Mientras tanto, el Ministerio de Seguridad argentino avanza en investigaciones para identificar posibles células del cártel en el país, aunque reconoce que su presencia es limitada en comparación con mercados como México, EE.UU. o Europa. La inclusión del Cártel de los Soles en el Registro Público de Personas y Entidades vinculadas a Actos de Terrorismo y su Financiamiento (RePET) permitirá congelar activos y limitar movimientos financieros de personas relacionadas con la organización, una medida que el gobierno presenta como preventiva.
 
Los vínculos kirchneristas directos
 
 

El acercamiento entre el kirchnerismo y el chavismo comenzó durante los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), quienes forjaron una alianza estratégica con Hugo Chávez, basada en la integración regional y acuerdos comerciales. En 2013, Cristina Kirchner otorgó a Nicolás Maduro la Orden del Libertador San Martín, el máximo reconocimiento argentino a un jefe de Estado extranjero, durante una visita oficial en la que se firmaron acuerdos para el suministro de alimentos a Venezuela a cambio de combustible. Esta relación se consolidó con la creación de un fideicomiso para el comercio bilateral, aunque algunos analistas han señalado opacidad en estas operaciones, gestionadas parcialmente por el exministro de Planificación Julio de Vido.

En los últimos años, varios exfuncionarios kirchneristas han mostrado un respaldo abierto al régimen de Maduro, especialmente en momentos clave como las elecciones presidenciales venezolanas de julio de 2024 y la jura de Maduro para un tercer mandato en enero de 2025. Entre ellos destacan Alicia Castro, exembajadora en Venezuela (2006-2012) durante los gobiernos kirchneristas, y Carlos Raimundi, exrepresentante ante la Organización de Estados Americanos (OEA) bajo la presidencia de Alberto Fernández (2020-2023). Ambos asistieron a la jura de Maduro en Caracas el 10 de enero de 2025, defendiendo públicamente la legitimidad del régimen y afirmando que en Venezuela “hay paz” y no existe una dictadura.

Además, el régimen de Maduro invitó a 29 dirigentes kirchneristas como “acompañantes internacionales” para las elecciones de julio de 2024, incluyendo a gremialistas como Roberto Baradel, Hugo Yasky y “Cachorro” Godoy, así como a exembajadores como Oscar Laborde y Ariel Basteiro, y figuras como el intendente de Ensenada, Mario Secco, y el politólogo Atilio Borón. La invitación, cursada a través de la embajada argentina en Caracas, fue interpretada como un gesto de afinidad ideológica, aunque generó críticas por la exclusión de veedores opositores.

Un episodio reciente que avivó la controversia fue el viaje de cuatro influencers kirchneristas de “La Liga de la Justicia Social” a Caracas para participar en el Festival Antifascista de la Juventud, financiado por el régimen de Maduro. Los influencers, conocidos en redes como “RODRIGO.FRONZO”, “FLEQUILLOFEMINAZI”, “LAESTRATEGAMILLENIAL” y “SOY_FACU”, generaron indignación en Argentina al difundir contenido propagandístico del chavismo mientras el gendarme argentino Nahuel Gallo permanece retenido por el régimen.

Sin embargo, no todos los sectores del kirchnerismo han mantenido una postura homogénea. En agosto de 2024, Cristina Kirchner rompió su silencio sobre las elecciones venezolanas y, desde México, pidió al Consejo Nacional Electoral (CNE) que publicara las actas electorales para transparentar el proceso, sumándose a la postura de líderes regionales como Lula da Silva, Gustavo Petro y Andrés Manuel López Obrador. Esta declaración generó una dura respuesta del número dos del régimen, Diosdado Cabello, quien acusó a Cristina Kirchner y a Alberto Fernández de “traicionar el legado de Perón y Kirchner” y de haber entregado el poder a la “extrema derecha” en Argentina.

Por su parte, el bloque de diputados de Unión por la Patria, liderado por Germán Martínez y con el respaldo de Máximo Kirchner, emitió un comunicado en julio de 2024 exigiendo que Maduro publicara las actas electorales y condenando la represión a manifestantes opositores, lo que marcó una distancia parcial con el régimen chavista. No obstante, figuras como Andrés “Cuervo” Larroque y sectores de La Cámpora han defendido el principio de no injerencia y la autodeterminación de Venezuela, generando divisiones internas en el kirchnerismo.

El kirchnerismo ha mantenido una complicidad histórica con el chavismo, y durante sus gobiernos se evitó condenar las violaciones a los derechos humanos en Venezuela en foros como la OEA y la ONU. Estas acusaciones se intensificaron tras la declaración del Cártel de los Soles, vinculado a Maduro, como organización terrorista por Argentina.

Redacción