Argentina alcanzó un nuevo hito en su acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y está próxima a recibir un desembolso adicional de 2.000 millones de dólares. Este nuevo aporte se suma a los 12.000 millones ya recibidos al inicio del programa, lo que refuerza la salud financiera del país en un escenario económico delicado.
Aunque no se llegó completamente a la meta de reservas pactada, el Gobierno logró evidenciar avances sólidos en otros criterios clave y aplicó medidas correctivas que permitieron avanzar en la revisión del acuerdo. El apoyo del Fondo se enfocó en reconocer el avance en la transición hacia un régimen cambiario más flexible, la reducción de la inflación y una política económica consistente en base a mejoras estructurales.
Este respaldo financiero representa un respiro crucial para el Gobierno, que enfrenta presiones cambiarias y una persistente depreciación de la moneda local. Desde el Banco Central se anunciaron compras de divisas por unos 1 500 millones de dólares en el último mes, aunque el tipo de cambio sigue en aumento, en parte por factores estacionales vinculados a las exportaciones.
El ministro de Economía destacó que la aprobación del Fondo envía una señal de confianza a los mercados y modifica el ritmo de acumulación de reservas establecido originalmente. Además, el programa enfatiza la consolidación fiscal, con el objetivo de alcanzar un superávit primario cercano al 1,6 % del PIB, manteniendo al mismo tiempo asistencia social para los sectores más vulnerables.
El FMI valoró el compromiso fiscal y la gestión en curso, afirmando que la meta de déficit cero sigue siendo eje central de la política económica. También subrayó que el progreso realizado sienta las bases para un crecimiento sostenible impulsado por el sector privado.
La nueva inyección de recursos no solo fortalece las finanzas públicas, sino que también brinda margen para avanzar con reformas y mantener el curso hacia una economía más estable y competitiva. Si se consolidan estas tendencias, Argentina podría consolidar un camino hacia mayores niveles de inversión, una mejor administración de reservas y un clima económico más previsible.