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11-diciembre-2025 HOY

Quirno sella en Washington el acuerdo comercial con EE.UU.

Quirno firma en Washington: carne 80.000 ton a 0 %, acero libre, inversiones estadounidenses en marcha.
El canciller Pablo Quirno aterrizó en Washington el miércoles 12 de noviembre con una sola misión: poner la firma final al acuerdo marco de comercio e inversión que Argentina y Estados Unidos anunciaron al día siguiente. “No hay anuncio hasta que la tinta esté seca”, había advertido horas antes de partir, pero el optimismo era contagioso. A las pocas horas de su llegada, se reunió con el representante comercial Jamieson Greer y el secretario de Estado Marco Rubio; al cierre de la jornada del jueves, la Casa Blanca difundía el comunicado que convierte a Quirno en el arquitecto de la apertura más ambiciosa de los últimos veinte años.
 
Acompañado por el secretario de Coordinación de Producción, Pablo Lavigne, y el embajador Alec Oxenford, Quirno mantuvo una agenda maratónica. Antes de los encuentros oficiales, encabezó una mesa redonda en el Meridian International Center con CEOs de energía, informática, farmacéuticos y minería para garantizar que el texto no quedara en papel: cada cláusula debía traducirse en dólares de inversión inmediata. “Es un privilegio y un honor anunciar que Argentina y los Estados Unidos han logrado hoy un Acuerdo Marco de Comercio Recíproco e Inversión”, escribió en X apenas se hizo público, agradeciendo al presidente Milei, a los equipos de Economía y Desregulación, y a Greer por “meses de negociaciones constructivas”.
 
El pacto elimina aranceles sobre acero y aluminio argentinos —hasta 180.000 toneladas anuales a tasa cero— y abre una cuota de 80.000 toneladas de carne de res con gravamen casi nulo. A cambio, Argentina reduce barreras a medicamentos, maquinaria, vehículos, dispositivos médicos y agroalimentos estadounidenses. Se levantan requisitos especiales para quesos, se habilita la importación de aves de corral en un año y se simplifican registros para carne vacuna, porcina y lácteos. El país adopta estándares FDA para fármacos y equipos, alinea patentes con normas globales y prohíbe importaciones con trabajo forzado. También se compromete a combatir la tala ilegal, los subsidios pesqueros distorsivos y a coordinar con Washington contra prácticas desleales en minerales críticos y soja.
 
Los números hablan por sí solos: las exportaciones argentinas a EE.UU. promediaron 5.700 millones de dólares en la última década y treparon a 6.464 millones en 2024; por primera vez desde 2005, el año pasado se registró superávit de 228 millones. Con EE.UU. como tercer socio comercial, el acuerdo promete inversiones masivas y acceso a capitales frescos. Los mercados reaccionaron al instante: el dólar blue cayó, acciones y bonos subieron y el riesgo país se comprimió. Milei lo celebró en Corrientes como “un paso para hacer grande a Argentina nuevamente”; Patricia Bullrich felicitó públicamente a Quirno con un “Tremendo”.
 
En apenas 48 horas, el canciller transformó meses de trabajo técnico en un hecho político y económico que posiciona a Argentina como aliado estratégico de la administración Trump en valores democráticos, libre empresa y mercados abiertos. La revisión continua del acuerdo garantiza que lo firmado esta semana sea solo el comienzo.

Redacción