La sesión, que duró cerca de dos horas, se desarrolló en un clima de alivio interno, impulsado por el anuncio de la eliminación temporal de retenciones al agro y el respaldo financiero prometido por el designado secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent. Fuentes oficiales describen la atmósfera como de “oxígeno ganado” hasta las elecciones legislativas de octubre, un respiro que contrasta con las tensiones cambiarias de semanas previas.
Milei, flanqueado por el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo, repasó los avances de la semana y delineó la agenda para su periplo neoyorquino, que incluye una reunión bilateral con Donald Trump y la recepción del Global Citizen Award del Atlantic Council. “Estamos en el camino correcto; el mundo nos mira y nos respalda”, habría dicho el presidente según participantes, enfatizando que el apoyo de Washington no es solo retórico, sino concreto en forma de posibles préstamos y garantías para estabilizar las reservas del Banco Central.
El detonante del buen humor en el Ejecutivo fue el decreto que suprime las retenciones a exportaciones de granos hasta el 31 de octubre o un tope de US$7.000 millones, una medida que ya impulsó un rally en los mercados: bonos soberanos subieron hasta 20% y el riesgo país cayó por debajo de 1.200 puntos. Caputo, en su exposición, proyectó que esta inyección de divisas aliviará la presión sobre el dólar paralelo, que hoy retrocedió a $1.450, y facilitará negociaciones con el FMI por un nuevo paquete de hasta US$20.000 millones.
El viaje a Nueva York amplifica este momentum. Bessent, quien entregará el premio a Milei este miércoles, confirmó públicamente la disposición de EE.UU. a “prestar dinero o facilitar acceso a mercados” si el Gobierno avanza en reformas. Fuentes diplomáticas revelan que la agenda incluye discusiones sobre minerales críticos –como litio y cobre– y energía nuclear, con Argentina posicionándose como “socio pivotal” para contrarrestar la influencia china en la región. “Es un win-win: ellos ganan recursos estratégicos, nosotros dólares frescos”, resumió un asesor presidencial bajo anonimato.
Internamente, la reunión sirvió para alinear al Gabinete ante el tramo final preelectoral. Milei instó a los ministros a “mantener el foco en la austeridad” y a preparar campañas territoriales, reconociendo que el alivio económico –sumado al boom en acciones argentinas en Wall Street– podría traducirse en mejores números para La Libertad Avanza en octubre. No se registraron disidencias; al contrario, figuras como la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el canciller Gerardo Werthein elogiaron la “coherencia del modelo”.
El optimismo gubernamental se extendió a entidades aliadas. El presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, celebró las retenciones cero como un “reclamo histórico” y anticipó más diálogo con Economía. En los mercados, el analista Mariano Sardelli de Portfolio Personal describió el día como “un turning point”, con el Merval en dólares trepando 8,5%.
La oposición, sin embargo, templó el entusiasmo. Desde Unión por la Patria, el diputado Leopoldo Moreau criticó el “populismo fiscal” de las exenciones: “¿De dónde sale el dinero perdido en retenciones? Esto es un parche para las urnas”. Analistas independientes, como Miguel Kiguel, coinciden en el alivio coyuntural pero advierten: “Sin quita del cepo, el rebote podría ser efímero; el verdadero test es la sostenibilidad postelectoral”.
Esta reunión marca un quiebre en la dinámica del Gobierno, que en los últimos meses lidió con fugas de reservas y críticas por la inflación persistente. El viaje de Milei, que regresa el viernes, podría sellar compromisos por miles de millones en inversiones bajo el RIGI, fortaleciendo la narrativa de “éxito liberal”. Sin embargo, con vencimientos del FMI en el horizonte y un año electoral cargado, el “oxígeno” depende de que el agro liquide rápido y de que Trump –recién electo– honre las promesas.
Por ahora, el Ejecutivo respira aliviado. Como sintetizó Milei en el cierre de la reunión: “La libertad económica nos está dando alas; ahora, a volar alto”. El mercado financiero, con ADRs en verde en Nueva York, parece coincidir.