El Salvador ha alcanzado un logro sin precedentes en su historia: 1,000 días sin homicidios desde el inicio de la administración del presidente Nayib Bukele en junio de 2019.
Así lo anunció el mandatario el 30 de agosto de 2025 a través de su cuenta oficial en la red social X, destacando el impacto transformador de sus políticas de seguridad, como el Plan Control Territorial y el régimen de excepción implementado desde marzo de 2022.
Este hito posiciona a El Salvador como un referente de seguridad en la región, un país que, hace apenas una década, sufría una de las tasas de homicidios más altas del mundo, con 103 por cada 100,000 habitantes en 2015.
En su mensaje, Bukele decidió no realizar un discurso en cadena nacional, como le fue sugerido, y en su lugar llamó a los salvadoreños a reflexionar sobre el camino recorrido y los obstáculos superados para alcanzar este logro. “1,000 días sin homicidios”.
“Me recomendaron hacer una cadena nacional y dar un discurso para conmemorar este hito histórico: 1,000 días sin homicidios desde el inicio de nuestro Gobierno. Pero creo que en lugar de discursos, lo mejor es que hoy reflexionemos sobre lo que nuestro país ha vivido y sobre todas las fuerzas que intentaron abajo que llegáramos hasta aquí. Quienes siempre dicen ‘¡imposible!’ desconocen el poder de pedir sabiduría a Dios y aceptar ser instrumentos de Él. ¡Gracias, Dios! Sin tu voluntad, NADA es posible. Gracias también al mejor Gabinete de Seguridad que ha tenido nuestro país y a los miles de hombres y mujeres de nuestra Policía Nacional Civil y de nuestra Fuerza Armada, que arriesgaron su vida para que al fin podamos vivir en PAZ de verdad”, escribió el presidente en X.
El gobierno reporta que en 2024 la tasa de homicidios se redujo a 1.9 por cada 100,000 habitantes, con solo 114 casos registrados, lo que convierte a El Salvador en el país más seguro del hemisferio occidental, según Bukele.
Este éxito se atribuye a una estrategia integral que incluye la modernización de las fuerzas de seguridad, el uso de tecnología avanzada y la construcción del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una megacárcel diseñada para albergar a 40,000 pandilleros en condiciones de máxima seguridad. Estas medidas han desmantelado en gran medida la influencia de las pandillas, que durante décadas extorsionaron, asesinaron y sembraron el terror en las comunidades salvadoreñas.
La popularidad de Bukele, que supera el 80% según encuestas recientes, refleja el impacto positivo de estas políticas en la vida cotidiana de los ciudadanos, quienes ahora pueden transitar las calles sin temor. Comerciantes, estudiantes y familias comunes celebran la paz recuperada, un contraste radical con los años en que las pandillas controlaban barrios enteros.
El liderazgo de Bukele, combinado con el compromiso de la Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada, ha sido clave para devolver la tranquilidad a millones de salvadoreños.
