domingo

26-octubre-2025 HOY

El kirchnerismo y las organizaciones sociales, junto a los sindicatos, orquestan un “golpe blando” contra el Gobierno de Milei

Este "golpe blando" no es casual: responde a la derrota electoral de La Libertad Avanza en Buenos Aires y al pánico del kirchnerismo ante las legislativas del 26 de octubre
En un intento desesperado por desestabilizar al Gobierno de Javier Milei y revertir el ajuste fiscal que está salvando a la Argentina del abismo inflacionario, el kirchnerismo residual, junto a organizaciones sociales piqueteras y sindicatos militantes, ha desplegado una ofensiva coordinada que huele a “golpe blando” desde las calles y el Congreso.
 
Bajo la excusa de las protestas contra los vetos presidenciales a las leyes de financiamiento universitario y emergencia pediátrica para el Hospital Garrahan, miles de militantes disfrazados de “estudiantes” y “trabajadores” se movilizaron este 17 de septiembre de 2025 frente al Congreso, en una Marcha Federal Universitaria que rápidamente se transformó en un caos de cortes, paros y reclamos ideológicos, con la clara intención de forzar al Ejecutivo a ceder en su compromiso con el déficit cero.
 
Lo que comenzó como un reclamo legítimo por recursos en educación y salud pública se pervirtió rápidamente en una operación política orquestada por el establishment peronista-kirchnerista. De repente, todos los “estudiantes de la UBA” parecían militantes del Polo Obrero y otros grupos piqueteros, como se vio en las imágenes de la movilización donde banderas de la CTEP, Barrios de Pie y la UTEP flameaban junto a las de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA).
 
Alejandro Bodart, del Frente de Izquierda, y referentes de Libres del Sur como Silvia Saravia, no dudaron en sumarse, exigiendo no solo rechazar los vetos, sino un “país más justo y solidario” que en realidad significa volver al gasto descontrolado que hundió al país en la pobreza. La CGT y ATE, con su paro nacional parcial, completaron el cuadro, paralizando el tráfico en Buenos Aires y provincias como Córdoba y Rosario, en una táctica clásica de presión callejera para chantajear al Gobierno.
 
Fuera del Congreso, los movimientos sociales y sindicatos intentan desestabilizar al gobierno con marchas que confluían desde el Congreso hasta Plaza de Mayo, sumando a jubilados, docentes y trabajadores del Garrahan en un “ruidazo” nacional que sonó más a amenaza que a protesta genuina. La Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan (APyT) y la CONADU convocaron paros de 24 y 48 horas, mientras la oposición en Diputados –dominada por Unión por la Patria y aliados radicales– rechazaba los vetos con 181 votos contra 60 para la emergencia pediátrica y 174 contra 67 para las universidades, enviando todo al Senado para un debate el 18 de septiembre.
 
Figuras como Sergio Massa y Martín Lousteau celebraron en X la “movilización en la calle” como si fuera una victoria democrática, pero en realidad es un intento de blindar leyes que implican miles de millones en gasto no financiado, rompiendo el superávit fiscal que Milei ha logrado con esfuerzo y que ha bajado la inflación al 2% mensual.
 
Este “golpe blando” no es casual: responde a la derrota electoral de La Libertad Avanza en Buenos Aires y al pánico del kirchnerismo ante las legislativas del 26 de octubre. El veto a la ley universitaria, que exigía actualizaciones automáticas por IPC sin fuentes de recursos claras, y el de la emergencia pediátrica, con un impacto de $115.000 millones que afectaría programas como la vacunación, son medidas responsables para proteger el equilibrio presupuestario.
 
El Gobierno ya ha anunciado aumentos del 8% en educación y 17% en salud para 2026, superando la inflación, pero los agitadores prefieren el caos al progreso. Paros en universidades como la UBA, tomas de facultades y marchas con epicentro en el Congreso muestran cómo el Polo Obrero y sindicatos como ATE usan a los estudiantes como escudo para su agenda anti-austeridad.Milei ha sido claro: “No negociamos con un revólver en la cabeza”.
 
Esta ofensiva, que incluye pedidos de interpelación a Karina Milei y Mario Lugones por supuestos escándalos, busca desgastar al Ejecutivo y forzar concesiones que reviertan el ajuste. Fuentes de La Libertad Avanza advierten que es un “golpe institucional” similar al de la Emergencia en Discapacidad, pero el pueblo argentino, harto de populismo, no caerá en la trampa.
 
Mientras los piqueteros cortan calles y los “estudiantes” del Polo Obrero gritan consignas kirchneristas, el verdadero golpe sería ceder ante ellos y volver al modelo que nos dejó en la miseria. El Senado será el próximo frente, donde el Gobierno defenderá la razón fiscal contra la irracionalidad del gasto eterno.

Redacción