El presidente Javier Milei desplegó este miércoles una agenda intensa en la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas, donde combinó un discurso cargado de reclamos soberanos y denuncias humanitarias con reuniones clave para afianzar el respaldo internacional a su gestión económica. En su intervención ante el plenario, elogió la “política interna” de Donald Trump, reiteró la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas y denunció la “desaparición” del gendarme Nahuel Gallo en Venezuela, en un tono que fusionó ideología libertaria con defensa de derechos humanos. La jornada culminó con un encuentro con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, y la recepción de un premio de manos del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, en un gesto que valida las reformas de Milei ante inversores globales.
El discurso de Milei, pronunciado a las 10:00 hora local en el auditorio principal de la ONU, duró 18 minutos y se enmarcó en su habitual retórica antiestatista, pero con un giro hacia temas bilaterales y regionales. “La libertad no es negociable; es el oxígeno de las naciones”, abrió, para luego alabar el “renacimiento americano” bajo Trump, destacando su “política interna de desregulación que inspira al mundo”. En un pasaje emotivo, reclamó la devolución de las Malvinas: “Las Islas Malvinas son argentinas por derecho histórico y geográfico; el colonialismo británico no tiene cabida en el siglo XXI”, afirmó, generando aplausos dispersos y un silencio tenso entre delegados británicos. El punto álgido fue la denuncia por el gendarme Nahuel Gallo, secuestrado en Venezuela: “Exigimos la liberación inmediata de Nahuel Gallo, desaparecido en las sombras del régimen de Maduro. La ONU no puede ser cómplice de esta barbarie”, clamó, alineándose con la agenda de Trump contra el chavismo y recordando el caso como símbolo de la “dictadura narco”.
Tras el plenario, Milei se reunió a puertas cerradas con Kristalina Georgieva en una sala adyacente, en un diálogo de 45 minutos enfocado en el desembolso pendiente del FMI. Fuentes de la delegación argentina revelaron que se discutió el avance en el ajuste fiscal y la acumulación de reservas, con Georgieva elogiando “el coraje de las reformas de Milei”. “Estamos cerca de cerrar el octavo revisión del acuerdo; el compromiso de Argentina con la estabilidad es ejemplar”, habría dicho la búlgara, según un tuit oficial del FMI. Milei, por su parte, reiteró la necesidad de “dólares frescos” para cubrir vencimientos por USD 28.000 millones en los próximos 15 meses, en sintonía con el reciente swap con EE.UU. El encuentro, calificado como “constructivo”, allana el terreno para un anuncio inminente de fondos, crucial para estabilizar el tipo de cambio y el riesgo país, que ya cayó a 954 puntos básicos.
El broche de oro llegó en la ceremonia del “Global Freedom Award”, entregado por Scott Bessent en un salón del hotel Millennium Hilton, adyacente a la ONU. El premio, otorgado por la Fundación Heritage –un think tank conservador–, reconoce a Milei como “defensor global de la libertad económica” por sus recortes al gasto público y la desregulación. “Presidente Milei, usted ha demostrado que la libertad no es un sueño, sino una herramienta para la prosperidad”, declaró Bessent, quien horas antes había sellado con Trump el paquete de ayuda estadounidense. Milei, visiblemente conmovido, respondió: “Este honor no es mío, sino del pueblo argentino que eligió la austeridad sobre la ilusión populista. Juntos, con aliados como Estados Unidos, construiremos un mundo de naciones soberanas y prósperas”. La entrega, con presencia de figuras como Marco Rubio y Karina Milei, se transmitió en vivo y generó un repunte inmediato en los bonos soberanos argentinos, con subas del 4% en Wall Street.
Esta gira neoyorquina, que incluyó el encuentro bilateral con Trump el martes, posiciona a Milei como un actor pivotal en el eje conservador transatlántico, contrarrestando críticas internas por el no cumplimiento de la ley de discapacidad. Analistas destacan que el premio de Bessent –quien gestiona el Tesoro de Trump– no es solo simbólico: “Es una señal de que Washington ve a Argentina como un socio estratégico contra la influencia china en la región”, explicó un experto del Council on Foreign Relations. Mientras el Gobierno enfrenta tensiones en el Congreso de cara a las legislativas del 26 de octubre, estos avales multilaterales refuerzan la narrativa de “éxito global” para contrarrestar el descontento doméstico.
En un día de contrastes –del podio de la ONU al podio de un premio–, Milei dejó Nueva York con la agenda fortalecida: reclamos soberanos en alto, fondos del FMI en la mira y el sello de aprobación de Washington. Para Argentina, el mensaje es inequívoco: las reformas libertarias no solo sobreviven, sino que conquistan escenarios mundiales. El regreso a Buenos Aires, previsto para el viernes, podría traer anuncios concretos que aceleren la recuperación económica en un año electoral clave.