Brasilia, 17 de septiembre de 2025 – El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro (2019-2022), quien cumple prisión domiciliaria tras ser condenado la semana pasada por supuesto intento de golpe de Estado, fue internado de urgencia este martes en el Hospital DF Star de Brasilia debido a un cuadro de anemia persistente y alteración en la función renal.
El líder de derecha, de 70 años, presentó síntomas graves como vómitos, mareos, hipo persistente, elevación de la frecuencia cardíaca y caída de la presión arterial, lo que lo obligó a abandonar temporalmente su residencia para recibir atención médica inmediata.
Tras una noche de observación y tratamiento con hidratación intravenosa y medicación, Bolsonaro recibió el alta médica este miércoles, regresando a su casa-prisión en mejoría parcial, aunque bajo estricta vigilancia médica.
El episodio renal, que incluyó niveles elevados de creatinina, no es ajeno al exmandatario, quien ha tenido múltiples internaciones en los últimos años, muchas de ellas relacionadas con las secuelas del apuñalamiento sufrido en 2018 durante su campaña presidencial.
Sin embargo, el anuncio más impactante llegó el mismo día de su alta: los resultados de biopsias realizadas el domingo pasado revelaron la presencia de cáncer de piel en dos de ocho lesiones cutáneas extirpadas de su pecho y brazo. Se trata de carcinoma de células escamosas in situ, un tipo de tumor “precoz” e intermedio en agresividad, según el cirujano Claudio Birolini, jefe del equipo médico que supervisa la salud de Bolsonaro. “No es ni el más leve ni el más agresivo, pero puede tener consecuencias más graves si no se monitorea”, explicó Birolini, quien enfatizó que las lesiones fueron detectadas tempranamente gracias a exámenes preventivos.
El hospital emitió un boletín confirmando que una resonancia magnética craneal realizada para evaluar los mareos no mostró cambios agudos, y que la función renal mejoró notablemente con el tratamiento. Bolsonaro, quien lleva vendajes y puntos de sutura en las áreas afectadas, deberá someterse a reevaluaciones en dos semanas para retirar los puntos y monitorear la evolución del cáncer, con seguimientos clínicos periódicos.
Este diagnóstico se suma a una historia clínica compleja para el ex presidente, que ya había sido operado en el pasado por problemas similares en la piel y secuelas de su atentado. La noticia ha generado preocupación entre sus seguidores y aliados políticos, en un momento delicado para Bolsonaro, quien enfrenta una condena de hasta 27 años de prisión por su rol en los eventos postelectorales de 2022. Su equipo médico y familiares han pedido privacidad, mientras que el expresidente, conocido por su resiliencia, ha utilizado redes sociales para tranquilizar a sus partidarios, afirmando que “es solo un bache más en el camino”.