En medio de la competencia global por recursos estratégicos y tecnología de vanguardia, Estados Unidos ve en la Argentina un aliado clave para contrarrestar la influencia china. Minerales críticos como el litio y el cobre, el desarrollo de reactores nucleares modulares y el potencial como hub de inteligencia artificial (IA) emergen como pilares de este interés, según un análisis del Center for Strategic and International Studies (CSIS). El encuentro bilateral entre el presidente Javier Milei y su par Donald Trump este martes en Nueva York podría sellar compromisos concretos, en un contexto de turbulencias financieras para el país sudamericano.
La agenda se acelera: Milei recibirá este miércoles el Global Citizen Award del Atlantic Council, otorgado por el próximo secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, quien ya había prometido en abril apoyo financiero ante “estrés” económico argentino. Fuentes diplomáticas destacan que estos lazos no son casuales, sino parte de una estrategia para posicionar a la Argentina en la cadena de valor global, con inversiones proyectadas en miles de millones de dólares.
El informe del CSIS, titulado “EE.UU., Argentina: aprovechar el momento de la Inteligencia Artificial americana”, detalla cómo Buenos Aires se perfila como socio en tres frentes clave. En minerales críticos, la Argentina forma parte del “triángulo del litio” (con Chile y Bolivia), que concentra el 56% de las reservas mundiales, y aspira a superar a su vecino como proveedor para 2027, cubriendo más del 16% de la demanda global para 2030. Proyectos bajo el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) atraen a gigantes como Glencore (con un plan de US$13.500 millones para producir un millón de toneladas de cobre al año en una década), Newmont, BHP, First Quantum Minerals, Rio Tinto y Albemarle.
En energía nuclear, la Argentina se convirtió el viernes en el primer país latinoamericano en unirse como “socio contribuyente” al Programa para la Infraestructura del Uso Responsable de la Tecnología Nuclear (FIRST), impulsado por Washington. Esto abre la puerta a la despliegue de Pequeños Reactores Modulares (SMR) en la región, con Buenos Aires y Washington co-presidiendo la primera conferencia regional en 2026. El Departamento de Estado de EE.UU. celebró la decisión: “EE.UU. celebra la decisión de Argentina de convertirse en el primer país de América Latina en unirse como socio contribuyente al FIRST”.
Finalmente, en IA, el CSIS resalta la “cultura digital argentina madura, resiliente y ambiciosa”, con una penetración de internet cercana al 90%. Expertos como Dan Korn de Microsoft y Juan Cruz, exasesor de Trump, proponen anclar infraestructura de IA estadounidense en el país para “ganarle la competencia a China en la región, promover la prosperidad y preservar el orden liberal en la era digital”. La herencia nuclear argentina se ve como base para alimentar data centers con energía limpia.
Luis Lucero, secretario de Minería, enfatizó en el foro del CSIS el acuerdo de 2024 sobre minerales críticos con EE.UU. y el apoyo provincial a la actividad: “Invitamos a más empresas norteamericanas”. Gracelin Baskaran, experta en minerales del think tank, describió a la Argentina como “un socio crucial” por su potencial comercial. El RIGI ya captó US$25.000 millones en compromisos, con US$40.000 millones pendientes, aunque desafíos como cuellos de botella en transporte, energía y agua podrían frenar el boom.
Económicamente, estos lazos podrían generar hasta US$20.000 millones anuales en exportaciones de cobre y litio, aliviando la presión cambiaria. Apoyo de la Corporación Financiera de Desarrollo (DFC) y Eximbank de EE.UU. facilitaría inversiones en minería bilateral. Sin embargo, analistas advierten que la infraestructura es un obstáculo clave para captar la demanda global. Para Milei, esto representa un salvavidas postelectoral, fortaleciendo reservas y atrayendo capital en un año de volatilidad.
El Departamento de Estado alineó a la Argentina con aliados como Japón, Corea del Sur y Canadá en el FIRST. Baskaran reiteró el atractivo minero, mientras el dúo Korn-Cruz concluyó: “El momento de actuar es ahora”. En el Gobierno argentino, ven en estos avances una validación de su modelo promercado, aunque la oposición podría cuestionar la dependencia externa.
Con estos pasos, la Argentina no solo exporta recursos, sino que se posiciona en la geopolítica de la transición energética y digital. El martes, en Nueva York, podría definirse si este interés se traduce en dólares concretos.