El gobierno argentino ha anunciado la inclusión de un nuevo régimen de incentivos fiscales diseñado específicamente para fomentar las inversiones de pequeño y mediano tamaño (RIMI), con el objetivo principal de impulsar la producción y las exportaciones de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs).
Esta iniciativa busca dinamizar el sector productivo al ofrecer beneficios fiscales atractivos que faciliten la expansión y la competitividad de estas compañías en el mercado local e internacional.
Beneficios y umbrales de aplicación
Los umbrales de inversión establecidos en este régimen son flexibles y adaptados a diferentes escalas empresariales, comenzando con un mínimo de $150.000 para microempresas y alcanzando hasta $30 millones para aquellas de mayor envergadura.
Entre los incentivos más destacados se encuentra la depreciación acelerada de activos e infraestructura, lo que permite a las PyMEs recuperar más rápidamente el valor de sus inversiones, así como la opción de una recuperación anticipada de los créditos fiscales por IVA asociados a estas operaciones.
De esta manera, el RIMI no solo reduce la carga impositiva inicial, sino que también agiliza el flujo de caja, permitiendo a las empresas reinvertir de forma más eficiente en su crecimiento y en la generación de empleo.
Esta medida complementa otras reformas económicas en curso y representa un paso estratégico hacia la reactivación del tejido productivo nacional.