El Departamento de Estado de Estados Unidos formalizó hoy la designación del “Cártel de los Soles” como Organización Terrorista Extranjera (FTO, por sus siglas en inglés), una medida que apunta directamente al presidente venezolano Nicolás Maduro y a altos funcionarios de su régimen, acusados de liderar esta red de narcotráfico y corrupción. La etiqueta, efectiva inmediatamente, criminaliza cualquier apoyo material a la organización, congela activos en territorio estadounidense y amplía las facultades de Washington para sanciones y operaciones contra sus miembros, en medio de una creciente presencia militar en el Caribe.
El anuncio, adelantado la semana pasada por el secretario de Estado Marco Rubio, describe al Cártel de los Soles –cuyo nombre alude a las insignias solares en los uniformes de generales venezolanos– como una “red descentralizada” de militares, inteligencia y funcionarios judiciales que ha infiltrado las instituciones del Estado. Según el comunicado oficial, el grupo colabora con otras FTOs como el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa en el tráfico de cocaína, fentanilo y metanfetaminas hacia EE.UU. y Europa, financiando “violencia terrorista” en el hemisferio. “Ni Maduro ni sus compinches representan al legítimo gobierno de Venezuela”, enfatizó el Departamento de Estado, elevando la recompensa por la captura de Maduro a 50 millones de dólares.
Esta designación se suma a sanciones previas del Tesoro de EE.UU. en julio, que ya etiquetaron al cártel como “Terrorista Global Especialmente Designado”. Expertos como los de Insight Crime y analistas citados en informes de CNN cuestionan si se trata de una estructura jerárquica formal o de una “descripción de corrupción sistémica” dentro del régimen, pero coinciden en que la FTO habilita herramientas como el bloqueo de financiamiento internacional y mayor vigilancia.
Actualizaciones al 24 de noviembre:
- Rechazo vehemente de Caracas: El canciller venezolano Yván Gil calificó la medida de “ridícula fabricación imperialista” en un mensaje en Telegram, negando la existencia del cártel y acusando a EE.UU. de inventarlo para justificar intervenciones. Maduro, en un evento con grupos evangélicos el 18 de noviembre, reiteró que es un “invento gringo” y amenazó con “responder con dignidad soberana”.
- Escalada militar: Coincidiendo con la designación, el portaaviones USS Gerald R. Ford llegó al Caribe el domingo, acompañado de destructores, submarinos como el USS Newport News y drones MQ-9 Reaper. El secretario de Defensa Pete Hegseth declaró que la FTO “abre un montón de nuevas opciones” contra Maduro, sin descartar strikes terrestres, aunque expertos legales advierten que no autoriza explícitamente fuerza letal sin declaración de guerra. Desde septiembre, EE.UU. ha realizado 21 ataques aéreos contra embarcaciones narcotraficantes, matando al menos 83 personas.
- Impacto económico y regional: La medida ha provocado volatilidad en los mercados venezolanos, con el bolívar cayendo un 5% adicional. Aerolíneas como Turkish Airlines extendieron suspensiones de vuelos a Maiquetía hasta fin de mes, y aliados de Maduro como Rusia y China han condenado la “agresión unilateral”. Opositores internos, incluyendo a María Corina Machado, ven en esto una oportunidad para presionar a Nicolás Maduro.
La designación intensifica el aislamiento de Maduro, enmarcada en la estrategia de la administración Trump contra el “narco-terrorismo”. Analistas temen que derive en un conflicto mayor, mientras el mundo observa si Caracas negocia o resiste, en un contexto de crisis humanitaria y migratoria que ya ha desplazado a millones. Autoridades estadounidenses instan a evitar cualquier transacción con el cártel, advirtiendo de consecuencias penales globales.