Tel Aviv, 1 de octubre de 2025 – Las fuerzas navales de Israel interceptaron anoche la Global Sumud Flotilla, una coalición de más de 40 embarcaciones civiles con unos 500 activistas, incluyendo a la sueca Greta Thunberg, que buscaba romper el bloqueo naval de Gaza.
Tras horas de tensión en aguas internacionales, las tripulaciones se rindieron pacíficamente, evitando un enfrentamiento. Los buques y pasajeros fueron escoltados al puerto de Ashdod, marcando otro fracaso en los intentos de desafiar el control marítimo israelí, vigente desde 2007.
El ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar, confirmó que el operativo, ejecutado a 70 millas náuticas de Gaza, se resolvió sin incidentes. “Los activistas están a salvo. Israel permite ayuda humanitaria por canales legales, pero no tolerará provocaciones en una zona de combate activo”, afirmó, refiriéndose al conflicto con Hamás, que retiene rehenes desde el ataque del 7 de octubre de 2023.
Comandos navales, respaldados por drones y buques de guerra, neutralizaron las comunicaciones de la flotilla, forzando su rendición. Un convoy polémico con intenciones cuestionadas.
La flotilla, organizada por la Freedom Flotilla Coalition y grupos pro-Palestina, partió de España el 31 de agosto con carga humanitaria –fórmula infantil, arroz, pañales– y un mensaje de “solidaridad” con Gaza. Sin embargo, Israel la calificó como una maniobra propagandística vinculada a Hamás el grupo terrorista. La operación escaló tras reportes de drones lanzando granadas aturdidoras cerca de Creta, aunque Israel no los confirmó.
Grecia e Italia escoltaron inicialmente, pero Roma se retiró tras pedir un “compromiso” en Chipre. Greta Thunberg, a bordo del buque Ahed Tamimi, tuiteó antes de la intercepción: “Navegamos por justicia, no confrontación”. Tras la rendición, ella y figuras como la eurodiputada Rima Hassan enfrentan deportación desde Ashdod, con 600 policías desplegados durante Yom Kippur.
El Gobierno de Netanyahu celebró la acción como un “éxito sin bajas”, acusando a la flotilla -“comunista-terrorista”– de ser una fachada para desestabilizar. “Hamás usa civiles como escudos; esta flotilla era pura propaganda”, dijo un portavoz del IDF. Israel insiste en que el bloqueo es legal y ofrece vías terrestres para la ayuda.