El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunciaron hoy en la Casa Blanca un ambicioso plan para poner fin al conflicto en Gaza, combinando un cese al fuego inmediato con una hoja de ruta para la reconstrucción y la estabilización de la región.
El acuerdo, presentado tras intensas negociaciones, propone la liberación de los 20 rehenes israelíes vivos y los restos de más de 24 fallecidos en un plazo de 72 horas, a cambio de la liberación de cientos de prisioneros palestinos y una retirada gradual de las fuerzas israelíes.
El plan, detallado en un documento de 20 puntos emitido por la Casa Blanca, incluye un gobierno transitorio liderado por una coalición internacional, el desarme de Hamas y una eventual apertura a la estatalidad palestina, aunque Netanyahu reafirmó su oposición a este último punto, generando tensiones con socios árabes.
Trump advirtió que, de no aceptar Hamas las condiciones, Estados Unidos respaldará plenamente a Israel para “eliminar” al grupo terrorista. La propuesta, negociada con el asesor Steve Witkoff y Jared Kushner, también contempla una inversión de US$50.000 millones para reconstruir Gaza, financiada en parte por Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, siempre que se cumplan las reformas palestinas.
La reacción internacional es mixta: líderes europeos como Antonio Costa del Consejo Europeo saludaron el plan como una “oportunidad para la paz”, mientras que Hamas, tras consultas en Qatar y Egipto, prometió evaluar la oferta sin compromisos inmediatos.
En Argentina, el gobierno de Javier Milei expresó su apoyo al plan, alineándose con su postura proisraelí, mientras sectores de izquierda lo critican como una imposición unilateral. Con el riesgo de nuevas escaladas, el éxito del plan dependerá de las próximas horas de diálogo.