En un giro inesperado que alivia las peores pesadillas económicas del Gobierno, Javier Milei anunció este lunes la eliminación temporal de las retenciones a las exportaciones de granos, una medida diseñada para inyectar hasta US$7.000 millones en divisas y exorcizar el “fantasma” de la falta de dólares que ha acechado a su administración desde el inicio. El decreto, publicado en el Boletín Oficial y efectivo desde mañana, suprime las alícuotas para soja, trigo, maíz y derivados hasta el 31 de octubre o el tope de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE), con estrictas condiciones de liquidación rápida para evitar fugas de capital.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, presentó la norma en conferencia de prensa como una “jugada audaz contra la vieja política”, que genera incertidumbre y frena la liquidación de stocks. “Estamos ahuyentando el fantasma que espantaba al Presidente: la escasez de dólares. Esto trae oferta inmediata al mercado cambiario”, enfatizó. La medida exige que los exportadores liquiden el 90% de las divisas en tres días hábiles, bajo pena de sanciones que incluyen el pago retroactivo de retenciones y exclusión temporal del régimen. El Banco Central (BCRA), la Secretaría de Agricultura y la ARCA supervisarán su ejecución.
Esta decisión irrumpe en un panorama de fragilidad cambiaria, con reservas netas del BCRA en US$5.000 millones negativos y un dólar paralelo rozando los $1.500. El agro, pilar de las exportaciones con más del 50% del total, había retenido granos ante alícuotas del 33% en soja y 12% en trigo, agravando la sequía de divisas. Fuentes gubernamentales revelan que el anuncio fue una respuesta a presiones internas y externas, incluyendo diálogos con entidades rurales y el inminente viaje de Milei a Nueva York, donde buscará respaldo de EE.UU. para un paquete del FMI de hasta US$20.000 millones.
El “fantasma” aludido en el título no es otro que la crisis de balanza de pagos, que ha forzado intervenciones del BCRA y controles de capital. Analistas como Roberto Cachanosky, director de la consultora Econométrica, la describen como “una sorpresa estratégica”: “Milei optó por un shock positivo en lugar de subir impuestos, como temíamos. Podría desbloquear US$4.000-5.000 millones en soja retenida, pero el tope limita su magia a corto plazo”.
Los mercados respondieron con un rally histórico. El bono GD30 subió 20%, el AL30 un 15%, y el riesgo país cayó 150 puntos a 1.180, el nivel más bajo en meses. En Wall Street, ADRs como YPF (+12%) y Galicia (+14%) lideraron ganancias, con el Merval en dólares trepando 8,5%. “Es un catalizador que rompe la inercia bajista; valida el plan liberal de Milei”, celebró el analista Mariano Sardelli de Portfolio Personal.
En el agro, la bienvenida fue unánime pero matizada. Nicolás Pino, de la Sociedad Rural Argentina (SRA), la llamó “un reclamo histórico cumplido”: “Sorprende por ser una baja en vez de un aumento; incentivará ventas, aunque duele la exclusión de la carne”. Carlos Castagnani, de CRA, coincidió: “Es oxígeno para productores que guardaban granos para pagar deudas”. Gustavo Idígoras, de CIARA-CEC, pidió detalles operativos: “Apoyamos bajas, pero urge claridad para liquidar”.
Expertos ven en esta “jugada sorprendente” un respiro preelectoral, con potencial para estabilizar el tipo de cambio y atraer carry trade. Sin embargo, Cachanosky advierte: “No resuelve el cepo ni la inflación; es un parche hasta las legislativas. Si el agro no liquida rápido, el fantasma podría volver”. El Gobierno, optimista, la enmarca en un paquete de desregulaciones, incluyendo avances en litio y nuclear con EE.UU.
Para Milei, que reúne al Gabinete hoy con “sensación de victoria”, esta medida no solo trae dólares, sino momentum político. Como resumió Adorni: “El campo tracciona la economía; hoy, lo liberamos para que vuele”. El mercado, por ahora, parece creer en el hechizo.