La vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, vivió un momento de alta tensión durante su visita a la planta industrial de FATE, ubicada en la localidad bonaerense de Victoria, en el marco del Día de la Industria. La actividad, que buscaba destacar el rol del sector industrial, se vio marcada por un cruce con Alejandro Crespo, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA), quien le entregó en mano una carta con fuertes reclamos gremiales.
Villarruel, acompañada por el presidente de FATE, Javier Madanes Quintanilla, y su equipo directivo, recorrió los principales galpones de producción de la fábrica. Sin embargo, la irrupción de Crespo, un referente sindical conocido por su perfil combativo y su afiliación al Partido Obrero, alteró el itinerario previsto. El líder gremial aprovechó la ocasión para entregarle a la vicepresidenta un documento que expone las preocupaciones de los trabajadores del sector frente a la crisis actual, marcada por la caída de la producción y el aumento de importaciones.
“Le entregamos una carta con reclamos y le dije que la fábrica está a mitad de producción y que hubo despidos, y que eso es consecuencia de la Ley Bases que ella desempató”, relató Crespo en diálogo con La Nación. Según el sindicalista, Villarruel respondió que “es necesario buscar soluciones”, aunque evitó profundizar en el tema. Desde el entorno de la vicepresidenta, se describió el intercambio como “cordial”, a pesar del tono crítico del documento y el repudio explícito del sindicato a su visita.
Villarruel, por su parte, optó por mantener un perfil protocolar en sus redes sociales, agradeciendo el recibimiento de Madanes Quintanilla y destacando: “Me comentaron acerca de la actualidad de la empresa y de su producción, en un recorrido por todos los sectores”. La vicepresidenta no hizo mención pública a los reclamos sindicales, enfocándose en su errática agenda oficial.
La carta entregada a Villarruel también exige la reincorporación de trabajadores despedidos y una resolución urgente de la paritaria sectorial, además de criticar a la CGT por no defender los derechos laborales. Este tenso encuentro, que tuvo lugar en el Día de la Industria, pone en evidencia las fricciones entre el gobierno y los sindicatos, en un momento de alta sensibilidad política y económica.