En un acto cargado de tensión y bajo un fuerte operativo de seguridad, el presidente Javier Milei cerró la campaña de La Libertad Avanza (LLA) para las elecciones bonaerenses en el Club Atlético Villa Ángela, en el corazón de Moreno, un bastión histórico del peronismo. Durante su discurso, el mandatario lanzó duras críticas al kirchnerismo, acusándolo de estar dispuesto a “acabar con vidas” para mantenerse en el poder, y evocó la muerte del fiscal Alberto Nisman como un ejemplo de sus señalamientos. Además, defendió a su hermana Karina Milei y llamó a la militancia a “pintar de violeta” la provincia en los comicios del próximo domingo.
“El kirchnerismo inmundo se cargó con la vida del fiscal Nisman”, afirmó Milei, en una de las frases más contundentes de su alocución, relacionando la muerte del fiscal con las prácticas del oficialismo bonaerense. El presidente también acusó al kirchnerismo de orquestar “operetas” para desmoralizar a sus seguidores, señalando que “trataron de acusarnos de chorros, fueron contra nuestras vidas y se metieron con mi hermana”. En este contexto, Milei destacó la reciente resolución judicial que declaró inocente al legislador Gerardo Milman, tras años de acusaciones, como prueba de las “calumnias” de la oposición.
Milei advirtió sobre un escenario de “empate técnico” en las encuestas, subrayando la importancia de cada voto: “Hoy más que nunca, el voto de un individuo puede hacer la diferencia. A los kirchneristas este escenario les aterra, por eso están dispuestos a todo para inclinar la balanza”. Además, calificó la batalla contra el kirchnerismo como “una batalla moral contra delincuentes y chorros” y llamó a los bonaerenses a “dejar de temer” y votar para “liberar a la provincia de décadas de miseria”.
El evento no estuvo exento de incidentes. En las inmediaciones del club, se registraron hechos de violencia de parte de militantes kirchneristas, con piedrazos y corridas que dejaron un saldo de un periodista herido, Cristian Mercatante, quien recibió un botellazo en la cabeza. Además, al retirarse, el vehículo presidencial fue atacado con piedras, resultando en la rotura de un espejo retrovisor. Desde el oficialismo, el subsecretario de Prensa, Javier Lanari, acusó al kirchnerismo de “moler a piedrazos a quienes piensan diferente”, mientras que el gobernador Axel Kicillof había advertido previamente sobre posibles hechos de violencia, responsabilizando a Milei por cualquier desorden.
El presidente cerró con un mensaje optimista, asegurando que “el domingo les vamos a pintar la provincia de violeta”, en referencia al color distintivo de LLA. Sin embargo, las tensiones previas al acto, marcadas por un informe del Ministerio de Seguridad bonaerense que alertaba sobre “graves riesgos” en el lugar, y las acusaciones cruzadas entre el oficialismo y la oposición, reflejan el clima de confrontación que atraviesa la campaña electoral.
