Washington. — En un llamado que resuena como un desafío directo a la inacción internacional, el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, asumió este viernes el liderazgo en la lucha contra la persecución religiosa, declarando a Nigeria un “país de especial preocupación” por las masacres sistemáticas contra cristianos. “El cristianismo se enfrenta a una amenaza existencial en Nigeria.
Miles de cristianos están siendo asesinados”, escribió Trump en un contundente post en Truth Social, donde no solo denuncia la violencia sino que se compromete a “salvar a nuestra gran comunidad cristiana en todo el mundo”.
El anuncio, que abre la puerta a sanciones económicas contra el gobierno nigeriano —incluyendo la suspensión de toda ayuda no humanitaria—, llega en un momento de escalada en el conflicto del Cinturón Medio de Nigeria, donde grupos islamistas radicales como Boko Haram e ISWAP han intensificado sus ataques.
Trump citó cifras alarmantes: 3.100 cristianos asesinados solo en Nigeria este año, frente a 4.476 en todo el mundo, y acusó directamente a los “islamistas radicales” de orquestar estas matanzas. “Cuando los cristianos, o cualquier otro grupo similar, son masacrados como ocurre en Nigeria, hay que actuar”, enfatizó.
En su mensaje, Trump no se limitó a la denuncia: exigió una investigación inmediata al Congreso. Pidió al representante Riley Moore, junto al presidente del Comité de Asignaciones de la Cámara, Tom Cole, que examine el asunto y le informe de vuelta. “Los Estados Unidos no pueden permanecer impasibles mientras se cometen tales atrocidades en Nigeria y en muchos otros países.
Estamos listos, dispuestos y capacitados para salvar a nuestra gran comunidad cristiana en todo el mundo”, concluyó, firmando como “DONALD J. TRUMP, PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA”.
