En un contexto donde el precio de la carne en Estados Unidos ha experimentado un significativo aumento, el presidente Donald Trump ha considerado la importación de carne desde Argentina como una medida para aliviar la presión económica sobre los consumidores estadounidenses.
Según datos históricos del Bureau of Labor Statistics, el costo promedio de la carne de res en EE. UU. ha mostrado tendencias al alza, lo que ha llevado a un debate sobre la necesidad de diversificar las fuentes de suministro.
En un video reciente, Trump menciona el alto costo de la carne en Estados Unidos y sugiere que el país debería comprar carne de Argentina. Esta declaración se produce en un momento en que Argentina ha reanudado sus exportaciones de carne a EE. UU. después de 17 años, con un límite anual de 20,000 toneladas.
Esta reapertura del mercado estadounidense para la carne argentina podría ser vista como una oportunidad para reducir los costos domésticos, dado que el precio de la carne en EE. UU. ha sido un factor de preocupación para muchos consumidores.
El contexto internacional también juega un papel crucial. La relación comercial entre EE. UU. y Argentina, impulsada por acuerdos recientes, podría facilitar esta importación.
Trump podría implementar esta estrategia como parte de un enfoque más amplio para abordar los desafíos económicos internos, como la inflación y el costo de los alimentos, mientras busca fortalecer las relaciones comerciales con países como Argentina. Sin embargo, esta medida también podría enfrentar oposición debido a la regulación y el impacto en los productores locales de carne en EE. UU.
