En un encuentro de alto voltaje que duró 20 minutos en la sede de las Naciones Unidas, el presidente argentino Javier Milei y su par estadounidense Donald Trump sellaron este martes un paquete de ayuda financiera que podría inyectar hasta miles de millones de dólares para afrontar vencimientos de deuda soberana por USD 28.000 millones en los próximos 15 meses y fortalecer las reservas netas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que rozan mínimos críticos. El anuncio, esperado para esta misma jornada desde Washington, se enmarca en la 80ª Asamblea General de la ONU y representa un espaldarazo geopolítico de Washington a las reformas de Milei, en un momento de tensiones regionales y presiones electorales en Buenos Aires.
La reunión, que comenzó a las 12:35 hora de Manhattan, superó las expectativas y reunió a delegaciones de peso: por el lado argentino, Karina Milei (secretaria general de la Presidencia), Luis Caputo (ministro de Economía) y Gerardo Werthein (canciller); del estadounidense, Marco Rubio (secretario de Estado), Scott Bessent (secretario del Tesoro) y Susan Wiles (jefa de Gabinete). Trump, fiel a su estilo, no escatimó elogios en un post en Truth Social: “El muy respetado presidente de Argentina, Javier Milei, ha demostrado ser un líder verdaderamente fantástico y poderoso para el gran pueblo de Argentina, avanzando en todos los niveles a una velocidad récord. […] Javier Milei es un muy buen amigo, luchador y GANADOR, y tiene mi respaldo completo y total para la reelección como presidente. ¡Nunca los defraudará!”. Milei respondió de inmediato en su cuenta oficial: “Muchas gracias Presidente Donald Trump por su gran amistad y este gesto extraordinario”.
El eje del diálogo fue económico: el secretario del Tesoro, Scott Bessent, detalló que la ayuda se canalizará a través del Fondo de Estabilización de Cambios de EE.UU., sin necesidad de aprobación del Congreso estadounidense –controlado por la oposición–, mediante un mecanismo de swap que entregará dólares al BCRA a cambio de pesos depositados en una cuenta en Nueva York. “Argentina es un aliado sistémicamente importante de Estados Unidos en América Latina, y el Tesoro está dispuesto a hacer lo que sea necesario dentro de su mandato para apoyar a Argentina”, escribió Bessent en X, en un mensaje que Milei retuiteó con gratitud: “Enorme agradecimiento al secretario Scott Bessent y al presidente Donald Trump por el apoyo incondicional al pueblo argentino, que hace dos años eligió dar vuelta un siglo de decadencia con mucho esfuerzo. Los que defendemos las ideas de la libertad debemos trabajar juntos para el bienestar de nuestros pueblos. Nos vemos el martes en Nueva York”.
Los montos en juego son críticos: Argentina enfrenta obligaciones por unos USD 28.000 millones entre el último trimestre de 2025 y la primera mitad de 2026. De esa cifra, USD 2.295 millones corresponden a multilaterales (capital e intereses) de octubre a diciembre de este año, y USD 7.521 millones en 2026, con casi la mitad (USD 3.413 millones) destinada al FMI. A ello se suman USD 10.718 millones en bonos y letras, incluyendo USD 7.677 millones en capitales, más USD 1.000 millones en BOPREAL para noviembre de 2025 y otros USD 2.000 millones en el primer semestre de 2026. Este flujo de dólares no solo evitaría un default inminente, sino que inyectaría liquidez para estabilizar el tipo de cambio y respaldar el programa de ajuste fiscal de Milei, en un contexto donde las reservas netas del BCRA apenas superan los USD 640 millones.
El ministro Caputo celebró el encuentro en redes: “¡Impresionante reunión! Impresionante apoyo a la gestión de nuestro presidente Milei. Argentina será próspera! Gracias Presidente de los Estados Unidos Donald Trump. Gracias Scott Bessent. Gracias Secretario Rubio”. Trump, por su parte, remató: “Hemos tenido una relación extraordinaria con Argentina, que se ha convertido en un fuerte aliado gracias al presidente Milei. Espero seguir trabajando estrechamente con él para que nuestros dos países puedan continuar por su increíble camino hacia el éxito”.
El telón de fondo de la Asamblea General añade profundidad geopolítica: Trump pronunció un discurso crítico contra las multilaterales, al que Milei optó por no asistir, prefiriendo su hotel cerca de Times Square antes de la reunión. Ambos líderes alinean visiones contra la influencia china en la región –vista por Washington como el “enemigo global principal”–, con advertencias de EE.UU. a Milei sobre contratos estatales y provinciales con Pekín vía la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Esta ayuda no solo alivia presiones financieras, sino que posiciona a Argentina como baluarte conservador en América Latina, contrarrestando la expansión china y facilitando exenciones fiscales para exportadores que ya impulsaron caídas del dólar blue y subas en bonos soberanos.
Analistas ven en este pacto un “catalizador decisivo” para la estabilidad macro de Milei de cara a las legislativas del 26 de octubre, donde La Libertad Avanza busca revertir la derrota bonaerense del 7 de septiembre. “Es un salvavidas que valida las reformas y aleja riesgos de default, pero su éxito dependerá de la ejecución y el respaldo interno”, advirtió un consultor de Wall Street. Mientras los mercados digieren el optimismo –con el riesgo país en mínimos semanales–, el mensaje de Nueva York resuena en el Río de la Plata: la alianza transatlántica no solo paga deudas, sino que redefine el mapa de poder en el Sur Global. Por ahora, el futuro de Argentina luce con reservas más robustas y un aliado inquebrantable en la Casa Blanca.