Buenos Aires, 27 de noviembre de 2025 – En un movimiento que acelera la crisis interna del peronismo, cinco gobernadores provinciales se reúnen hoy en la Casa de Salta para ultimar detalles de un nuevo bloque federal en el Congreso.
La iniciativa, impulsada por líderes del peronismo no kirchnerista, busca mayor autonomía para negociar directamente con el gobierno de Javier Milei, priorizando los intereses provinciales sobre la unidad de Unión por la Patria (UxP). Si se concreta, podría provocar la deserción de al menos cuatro diputados de UxP, dejando al bloque opositor con 92 escaños y consolidando a La Libertad Avanza (LLA) como la primera minoría en Diputados.
La reunión clave en la Casa de Salta
La cumbre, programada para las 13 horas en la sede porteña de la Casa de Salta (Roque Sáenz Peña 933), reúne a los gobernadores Gustavo Sáenz (Salta), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca) y Hugo Passalacqua (Misiones), junto con enviados de Rolando “Rolo” Figueroa (Neuquén). Según fuentes cercanas a los participantes, el encuentro podría derivar en un anuncio oficial de la creación del bloque, que se estima en alrededor de 14 diputados y contaría con apoyo en el Senado a través de interbloques como Convicción Federal.
Las negociaciones vienen gestándose desde noviembre, con reuniones previas en el marco del Norte Grande y contactos directos con la Casa Rosada. Jaldo confirmó en declaraciones recientes que el objetivo es “reflotar el diálogo que se había perdido” y fortalecer la presencia regional en el Congreso, tanto en Diputados como en Senadores. Los mandatarios ya han mantenido diálogos fluidos con el ministro del Interior, Diego Santilli, y el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, enfocados en obras públicas, distribución de recursos y compensaciones a cajas previsionales.
Los gobernadores detrás de la iniciativa
Los líderes involucrados representan provincias clave con economías estratégicas. Gustavo Sáenz, de Salta, lidera las gestiones y ya cuenta con tres o cuatro diputados dispuestos a sumarse al nuevo espacio. Osvaldo Jaldo, de Tucumán, aporta hasta siete legisladores del bloque Independencia, incluyendo aliados radicales. Raúl Jalil, de Catamarca, sería el origen de los cuatro diputados que desertarían de UxP. Hugo Passalacqua, de Misiones, suma dos o tres representantes con un fuerte énfasis en el federalismo, mientras que Rolando Figueroa, de Neuquén, participa remotamente defendiendo los intereses de Vaca Muerta y la Patagonia.
Motivaciones: Del rechazo al cristinismo al pragmatismo provincial
La iniciativa responde a la creciente frustración de estos gobernadores con la conducción kirchnerista de UxP, exacerbada por la condena y detención domiciliaria de Cristina Fernández de Kirchner en su residencia de San José 1111, la derrota electoral del 26 de octubre y los cuestionamientos a líderes como el diputado Germán Martínez. “Nos tienen que dejar a los gobernadores la posibilidad de negociar”, declaró Jalil en una entrevista reciente, criticando la “agenda del Conurbano” que margina a las provincias.
En este contexto, los mandatarios buscan un espacio que les permita apoyar selectivamente la agenda de Milei –como el Presupuesto 2026, reformas laborales, cambios fiscales y un código penal más duro– sin alinearse totalmente con LLA.
Sáenz y Jaldo priorizan el desarrollo del Norte Grande, mientras Figueroa defiende los recursos energéticos patagónicos. Esta “rebelión federal” se alinea con movimientos paralelos, como el bloque Provincias Unidas, donde tensiones internas –como la elección de Gisela Scaglia sobre Miguel Pichetto– ya han generado fricciones.
En redes sociales, el tema genera un intenso debate.
Impacto en el Congreso y la gobernabilidad de Milei
Si se formaliza, el bloque federal erosionaría significativamente a UxP, reduciéndolo de 96 a 92 diputados y posicionando a LLA –que cuenta con 93 escaños más tres recientes de Encuentro Liberal Integrador– como la fuerza más numerosa de la Cámara.
Para el presidente de Diputados, Martín Menem, sería un triunfo tanto simbólico como estratégico, facilitando la aprobación de reformas en un Congreso fragmentado. El oficialismo, que ya suma aliados como los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero), ganaría mayor oxígeno para negociar.
Sin embargo, el bloque no implica un apoyo incondicional: los gobernadores reclaman fondos coparticipables, Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y el retorno de la obra pública, en un escenario de parate económico donde la coparticipación de noviembre cayó en términos reales.
En el Senado, el antecedente de Convicción Federal –con senadores como Guillermo Andrada de Catamarca y Fernando Rejal de La Rioja– sugiere que el interbloque podría replicarse, sumando peso a una agenda provincial que rechaza la “oposición a ultranza”.
Reacciones del kirchnerismo y el futuro del peronismo
El kirchnerismo observa con alarma esta deriva. Cristina Kirchner advirtió en una carta postelectoral que “el mayor riesgo para UxP era su propia división”. Los intentos de “apertura”, como la recepción a Ricardo Quintela (La Rioja) o Pablo Yedlin (Tucumán), no han evitado fugas, como la del diputado Javier Noguera al bloque Independencia de Jaldo.
Analistas coinciden en que este movimiento evidencia la crisis existencial del peronismo: un giro hacia un “federalismo peronista” que prioriza la supervivencia provincial sobre la ideología nacional. Gerardo Zamora negocia su propio interbloque en el Senado sin romper del todo con UxP, mientras Axel Kicillof busca aliados extrakirchneristas para mantener cierta cohesión.
Un 2025 de reconfiguración política
Con la jura de nuevos senadores mañana y la tradicional Noche de las Casas de Provincia, este bloque federal podría reconfigurar por completo la gobernabilidad argentina.
Para Milei, representaría mayor estabilidad legislativa; para el peronismo, sería un paso más hacia la fragmentación. La pregunta que queda en el aire es si esta iniciativa derivará en una unión federal efectiva o acelerará la desintegración definitiva de la principal fuerza opositora.
El peronismo, una vez más, se juega su futuro en las provincias. Y en este tablero político volátil, los gobernadores parecen tener las mejores cartas.