Argentina acaba de escribir una nueva página dorada en su historia energética: octubre de 2025 se convirtió en el mes con la mayor producción diaria de petróleo desde mayo de 1998, cuando el país alcanzó casi 853.000 barriles por día. Las estimaciones preliminares indican que el promedio superó esa marca simbólica, impulsado por un crecimiento sostenido que ya venía acelerándose en los meses previos.
En septiembre, la extracción diaria había trepado a 849.000 barriles, con un salto del 13,6% respecto al mismo mes del año anterior y un 2,16% por encima de agosto. Bastó un modesto incremento del 0,5% en octubre para cruzar el umbral histórico. El motor de este boom sigue siendo Vaca Muerta, la megaformación shale de Neuquén que aportó más del 64% del crudo nacional y registró un explosivo crecimiento del 30,2% interanual en su producción no convencional.
¿Qué números respaldan este hito?
- Promedio diario en octubre: superior a 853.000 barriles.
 - Crecimiento acumulado 2025: +11% en los primeros nueve meses respecto a 2024.
 - Etapas de fractura en Vaca Muerta: 2.020 solo en octubre, el segundo registro más alto del año y un 10% por encima de septiembre.
 - Pozos activos: más de 4.200 en la cuenca neuquina, con YPF liderando el 51% de la actividad de fracturamiento.
 
Este salto no es casual. Las operadoras aceleraron la perforación horizontal —YPF completó un pozo récord de 8.365 metros— y las empresas de servicios como SLB y Halliburton completaron el 78% de las fracturas. Además, proyectos como la ampliación de Oldelval y el futuro Vaca Muerta Sur garantizan que el crudo llegue al mercado sin cuellos de botella.
Impacto económico: dólares que cambian el juego: Con este volumen, las exportaciones de petróleo cerrarán 2025 por encima de los 6.000 millones de dólares, según proyecciones privadas. El superávit energético del año podría rozar los 8.000 millones, el mayor en décadas, gracias a la caída de importaciones de gas (-46% en el primer semestre) y al aumento de ventas al exterior. Chile ya recibe 83.000 barriles diarios por OTASA, y Brasil probó el primer envío de gas argentino vía Bolivia.
El complejo petrolero-petroquímico se consolidó como el segundo exportador del país, representando más del 13% de las ventas externas. Cada barril extraído genera empleo calificado —se necesitarán 15.000 trabajadores más en los próximos años— y fortalece las arcas provinciales y nacionales.
¿Y ahora qué?: El 2025 no termina aquí. Con 19.979 etapas de fractura acumuladas hasta octubre (superando todo 2024), la actividad shale crece a un ritmo del 30% interanual. Si se mantiene la tendencia, el año cerrará con una producción promedio superior a 830.000 barriles diarios, posicionando a Argentina como el tercer productor de Sudamérica y el 15% de la oferta regional. Vaca Muerta ya no es una promesa, es el presente energético del país. Y octubre 2025 acaba de demostrar que, cuando la roca madre ruge, Argentina late más fuerte.