El presidente ruso, Vladimir Putin, expresó el 3 de septiembre de 2025 su disposición a reunirse con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en Moscú para discutir un posible fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, que ya lleva más de tres años. La propuesta, hecha durante una conferencia de prensa en Pekín tras el desfile del Día de la Victoria, fue presentada como una respuesta a la presión del presidente estadounidense, Donald Trump, para avanzar en las negociaciones de paz. Sin embargo, Putin cuestionó la legitimidad de Zelenski y la utilidad de la reunión, insistiendo en que debería celebrarse en Moscú y estar bien preparada para obtener resultados concretos.
La propuesta de Putin se percibe en Kiev como una maniobra para dilatar el proceso diplomático mientras Rusia mantiene su ofensiva militar. Ucrania sostiene que cualquier negociación debe incluir un alto el fuego y la retirada de las tropas rusas de los territorios ocupados, condiciones que chocan con las exigencias de Moscú, que incluyen la neutralidad de Ucrania, la no adhesión a la OTAN y el reconocimiento de las anexiones territoriales rusas.