El Sector Público Nacional (SPN) registró en octubre de 2025 un superávit financiero de $517.672 millones, tras descontar el pago de intereses de la deuda pública por $306.253 millones, según datos oficiales del Ministerio de Economía.
Este resultado, que refleja el cuarto mes consecutivo de números positivos, surge de un superávit primario de $823.925 millones y representa un pilar clave en la estrategia de disciplina fiscal impulsada por el gobierno de Javier Milei Acumulado desde enero, el superávit financiero alcanza el 0,5% del PBI, con un primario del 1,4%, un logro que el Ejecutivo celebra como validación de su “ancla fiscal” ante el FMI y los mercados internacionales.
Los ingresos totales del SPN escalaron a $11.987.193 millones, un 28,1% interanual (i.a.), impulsados por un robusto aumento de los recursos tributarios del 24,4% i.a. Destacan el Impuesto a las Ganancias (+41,8% i.a.), Débitos y Créditos (+41,2% i.a.), aportes previsionales (+35,9% i.a.), IVA neto de reintegros (+31,5% i.a.) y derechos de importación (+65,7% i.a.). Este crecimiento, aunque influido por factores transitorios como el impuesto PAIS, la exteriorización de activos y el Régimen Especial de Ingresos del Bienes Personales (REIBP), evidencia una base recaudatoria más amplia, beneficiada por la recuperación de la actividad económica y medidas anti-evasión.
En el lado de los gastos, los primarios totalizaron $11.163.268 millones, con un alza del 29,6% i.a., donde los beneficios sociales lideraron con $6.891.369 millones (+31,5% i.a.), remuneraciones de $1.416.199 millones (+21,9% i.a.) por paritarias y reducción de planta estatal, y transferencias corrientes de $4.131.125 millones (+15,1% i.a.). Las transferencias al sector privado subieron 16,7% i.a., mientras que los subsidios económicos alcanzaron $1.041.225 millones (+27,1% i.a.), con energéticos al 28,2% y transporte al 27,3%. Estos incrementos responden a ajustes salariales pactados y al mantenimiento de apoyos focalizados, en un contexto de contención del gasto total para priorizar el equilibrio.
El resultado de octubre no solo consolida la tendencia positiva iniciada en julio —con superávits mensuales que revierten el déficit heredado—, sino que fortalece la posición negociadora de Argentina en su revisión con el FMI, prevista para diciembre. Analistas destacan que este desempeño, en un mes de alta estacionalidad por pagos retroactivos, anticipa un cierre de año con superávit primario anual por encima del 1% del PBI, clave para reducir la emisión monetaria y estabilizar la inflación.
Para el Gobierno, estos números son “prueba irrefutable” de que el ajuste libertario funciona, abriendo la puerta a más confianza inversionista en 2026.
